Catedral de Santa María del Fiore
Florencia es una de las ciudades más bonitas de Italia. Se encuentra en la región Toscana y, al ser su capital, se erige como una sede económica, artística y administrativa, pero, sobre todo, histórica. Si riqueza cultural y artística no es menos destacada, hecho avalado por la UNESCO al declararla Patrimonio de la Humanidad.
Es una ciudad con numerosos e interesantes lugares turísticos, entre ellos la Catedral de Santa María del Fiore, que también es nombrada y reconocida como el Duomo de Florencia. Esta edificación majestuosa, acon planta basilical clásica en forma de cruz latina, situada en la Piazza del Duomo, es una de las más significativas de la cristiandad, principalmente por sus considerables dimensiones.
➤ Historia y Curiosidades
La construcción de esta catedral tardó una gran cantidad de años en ser culminada e involucró grandes personajes de la arquitectura italiana de la época. Su espectacular diseño corresponde a la autoría del renombrado arquitecto Arnolfo di Cambio, que también era escultor y tenía una notable preferencia por el estilo gótico, quien inició su construcción y falleció antes de verla terminada.
Su construcción se inició en el año 1296 y se paralizó, por primera vez, con la muerte de este arquitecto en el año 1302. Para el año 1334 se retoman los trabajos de construcción de la catedral de la mano del arquitecto Giotto di Bondone con la asistencia de Andrea Pisano. Su mayor obra es el afamado Campanile de Giotto, con la que complementó el magistral diseño de di Cambio, pero falleció al poco tiempo de hacerse cargo del proyecto en el año 1337.
La obra continuó al cargo de Andrea Pisano y Francesco Talenti quienes culminaron el proyecto original de di Cambio en el año 1359.
Durante el siglo XIV, el estilo gótico de la catedral fue quedando rezagado para ser sustituido por el estilo romano renacentista. Es en este momento donde Lorenzo Ghiberti, que era orfebre y Filippo Brunelleschi quien era escultor, complementan el proyecto original y culminan la obra para convertir esta catedral, en la más grande del momento.
Brunelleschi logra esta hazaña al construir el Duomo con una base poligonal, completamente innovadora para la época. Los métodos utilizados por él para su construcción, revolucionaron el mundo arquitectónico, ya que muchos de ellos se emplean aún en la actualidad.
Hacia el fin del siglo XVI la fachada de la catedral fue derribada, por lo que debió ser diseñada nuevamente y reconstruida por Emilio de Fabris, quien modificó algunos detalles y añadió mármol a la fachada e hizo una llamativa combinación de distintas tonalidades y tipos como son el blanco de carrara, el verde de Prato y el rojo de Siena.
➤ Qué Ver
Al visitar esta obra de arte arquitectónica, uno de los mejores aspectos para que la aprecies en todo su esplendor, consiste en que observes su increíble fachada a la luz del atardecer, que es cuando se ve más encantadora.
El interior es muy sombrío y austero, y aunque se han perdido mucha de las decoraciones originales, destacan obras de artes dedicados a ilustres miembros de Florencia.
Pero tampoco debes dejar de visitar los siguientes lugares:
La cúpula de Brunelleschi, una subida que vale la pena
Esta fue edificada por Filippo Brunelleschi cerca de un siglo posterior a la culminación de la obra original. Tiene 45 metros de diámetro y 114 metros de altura y finalizarla le llevó al escultor 14 años. Su decoración quedó a cargo de Giorgio Vasari y Federico Zuccari quienes durante 11 años (de 1568 a 1579) pintaron diversos acontecimientos que evocan el apocalipsis.
En la cúspide de la cúpula existe un mirador al que se accede después de subir 465 escalones realizados en distintas formas, los cuales representan un reto para cada visitante, debido a que mientras más se acerque a la cima, más dificultosa resulta la subida, cuyo último trayecto debe realizarse casi de forma vertical.
Sin embargo, la vista de la ciudad que se puede apreciar desde el mirador, valdrá cada gota de sudor y todo el empeño puesto en lograr la proeza de llegar a la cima de la cúpula.
El imponente Campanile de Giotto
Este campanario forma parte de la Catedral de Florencia y se considera uno de los más pintorescos y atractivos de Italia, por su cuidada arquitectura y los llamativos colores de su fachada, a juego con los de la catedral.
Giotto inició su construcción en el año 1334, pero no pudo culminarlo debido a que falleció en el año 1337. Fue entonces cuando el escultor y arquitecto Andrea Pisano dio continuidad a la obra y la culminó en el año 1359.
En la parte superior de la edificación, podrás apreciar diversos nichos en los que se encuentran variadas estatuas de profetas y santos. En su zona inferior se encuentran 54 bajorrelieves que lo decoran con diversas escenas que dan un efecto tridimensional.
Después de que logres subir sus 414 escalones, llegarás al área más elevada donde tendrás la oportunidad de disfrutar y apreciar una de las mejores vistas de la ciudad.
Visitar ambos íconos arquitectónicos de la ciudad de Florencia son actividades que no puedes dejar de hacer en tu visita, en especial, por su alto valor artístico y arquitectónico.
➤ Información General
Para que la visita a este maravilloso icono de la ciudad resulte completamente placentera y se pueda aprovechar el tiempo de una forma más eficiente, se hace necesario conocer los horarios de visita a las distintas áreas del Duomo.
Para visitar a la Catedral de Florencia, debes asistir de lunes a viernes, desde las 10 horas y hasta las 17 horas.
Los días sábados, el horario de visita es desde las 10 horas hasta las 16:45 horas y para los días festivos y los domingos es desde las 13:30 horas hasta las 16.45 horas.
El horario para subir la cúpula es diferente y lo puedes hacer cualquier día desde las 8:30 horas hasta las 19:00 horas. Los sábados es hasta las 17:40 horas y los días festivos no la abren.
El Campanile de Giotto está abierto al público todos los días desde la 8:15 horas hasta las 19:00 horas.
➤ Fotos e Imágenes